miércoles, 9 de mayo de 2012

"La oportunidad de vivir la maravillosa experiencia de las misiones" Cerro Negro (Prov. del Azuay - Ecuador)

Carlos Naranjo y Andrés Carrera Laicos Sopeña de Guayaquil y Quito respectivamente nos comparten su experiencia de misiones a través de estas diapositivas.

Dios nos conoce. Mi testimonio del retiro


Empecé el  retiro  con  profundas  ganas  de  encontrarme  y  de  hablar  con   Dios. Quería hallar  una  respuesta  para la  infinidad  de preguntas que  rodeaban  mi  cabeza, y me hacían ver mi realidad un poco confusa. Ciertamente ahora  creo  que  Dios  nos  conoce  y  es  capaz  de  darnos  lo  que  necesitamos.  Yo  en  lo único que pensaba  era  en  mis  miedos, y  al  principio  de  este  encuentro,  juro  que  tuve infinitas  ganas  de  salir  huyendo,  pero  el  diálogo  y  la  relación  con  las  otras  chicas  me hizo  ver  el  retiro  de  forma  diferente. Sostuvimos  conversaciones  varias, pero  lo  que  más  me agradó fue  la  sinceridad  con  la  que  todas  hablábamos  de  esos  temas.
Cada una buscó  un  evangelista con  el  que  más se  identificaba  y  de  ellos  teníamos  que  decir  sus  características  y  el  porqué  lo  habíamos  elegido,  sin contar  que  luego  tuvimos  que  buscar  los  textos  de  la  resurrección y  reflexionarlos,  ese  fue  el  primer  momento.
La  otra  parte  del  retiro  consistió  en  ver algunos  textos  de  la  resurrección y  desde  nuestro  punto  de  vista, reflexionar, orar,  escribir,  pensar  en  lo  que  Dios  nos  decía  con  el  mismo.  A mí  en  lo  personal  me  gustó  mucho  este  momento  porque  solo  nos  encontrábamos  Dios  y  yo  y  me  sorprendió  todo  lo  que  aclaré  con  él  a  mi  lado. Uno  de  los  textos  que  más  me  hizo  ver  mi  Vida  y  lo que  estaba  haciendo  con  ella  fue  el  de  los  Discípulos  de  Emaús,  porque  cuando  lo  leímos en  grupo  enseguida  nos  saltó  esta  pregunta ¿Cuál  es  mi  camino  de  Emaús? En  ese  instante  no  tuve  respuesta  para  esta  interrogante,  pero  al  sentarme a solas  con  Dios  si  me  hizo  pensar  muchísimo y  en ese  momento  lo  único  que  hice  fue  escribir. Ahora  veo  que lo  que  en  esas  hojas  plasmé  no  es  más  que  lo  que  sentía  y  siento  y  es  algo  que  raras  veces  reconozco, por  eso  creo  que  vale  la  pena  escribirlo  para  que  así  quede  grabado  en  mí  y  en  esas personas  que  están  sintiendo  lo  mismo  que  yo. Lo  que  respondí  fue  esto:
Mi  camino  de  Emaús  es  un  poco  complejo,  es  algo  así  como  si  estuviera  enfrentando  sola  una  tormenta  en  la  mar. Lo  digo  porque  cuando  me  pasa,  las  veces  que  me  ha  sucedido, me  hundo,  me  ahogo  en  mis  penas  y  sufrimientos  sin  contarle  a  nadie. Yo  soy  una  persona  muy  sentimental  y  me  hace  mucho  daño  el  ver  a  otros  sufriendo,  eso  acaba  conmigo. Para  mí  es  algo  muy  difícil  porque  soy  muy  poco  demostrativa  y  eso  contradice  en  muchas  cosas  lo  que  siento,  pero  el  tiempo  me  ha  ido  mostrando  que  hay  que  confiar, y  darse  cuenta  de  las  cosas, pues  puede  que  me  pase  como  los  discípulos  de  Emaús, tanto  hablar  del  pasado,  tanto  recordarlo,  que  olvidaron  vivir  su  presente,  que  en  ese  instante  era  Jesús  Vivo  y  con  muchas  ganas  de  mostrarles  su  misión  para  con  los  hombres. No  quiero  que  Jesús  pase por  mi  Vida  sin  darme  cuenta, quiero  que  Él  mire  la  barca  de  mi  Vida, me  tome  de  la  mano  y  sin  pensarlo  mucho  diga: EMBARCATE  CONMIGO. Cuando ese  momento llegue  quiero  sentirlo, para  poder  hacer  su  voluntad.  No tengo  claro adonde  me  querrá  llevar,  pero  sí  es  muy  seguro  que  solo  será  a  un  lugar en  donde  yo  sea  feliz. Pues  Él  solo  desea  eso: NUESTRA  VERDADERA  FELICIDAD.
Es  impresionante  como  momentos  como  estos  te  cambian  la  Vida, te  hacen  ver  diferente. La  experiencia  de  este  retiro  fue  magnífica, nunca  había  sentido  tanta  felicidad  al  compartir  con  jóvenes  como  yo, sentimientos  como  estos, nunca  pensé  que  tuviera  alguna  vez  la  oportunidad  ser  yo  misma sin  ocultar  ni  cambiar  nada  en  mi  persona. Dios  conoce  nuestros  pesares  y  nuestros  miedos, pero  también sabe  que  tenemos  actitudes  y  valores  que   contraponen  todo  esto, solo  nos  hace  falta  un  empujoncito, y  para eso  está  Él, por  eso  nunca  nos  deja  solos,  aunque  a  veces  se  oculte  para  dejarnos  actuar  a  nosotros.
¡¡Gracias  Señor  por  esta  bella  experiencia!!
(Yuldri - Santiago de Cuba)

jueves, 19 de abril de 2012

"Agradezco mucho a Dios por toda la experiencia vivida " Guayaquil (Ecuador)

Mi nombre es Iliana tengo 18 años soy de Guayaquil (Ecuador). Al compartir mi experiencia misionera en Semana Santa junto con Lily Gavilanes fuimos a dos lugares Sarayunga y el Pindo .

Siempre guardare en mi corazón todo este cuento mágico porque al compartir con gente tan humilde, sencilla se convierte tan maravilloso para mi estar entre uno de ellos.
Me ayudo mucho vivir esta Semana Santa lejos de mi mundo porque tuve la oportunidad de conocer a muchas familias que pongan su confianza en nosotras sus misioneras llamándonos Hermanita Lily e Iliana se hacían un rollo porque no sabían quien mismo era cada una =).....

Esta es mi primera misión 2012 quedara presente en mi . Agradezco mucho a Dios por toda la experiencia vivida con mucho esfuerzo pero valió la pena siempre que sea para servir a los demás todo esfuerzo vale la pena.

Espero con muchas ganas la próxima Semana Santa.

 

martes, 10 de abril de 2012

"Le agradezco cada día de mi vida a Cristo por haberlo descubierto" Rosario (Argentina)

A través de estas líneas me gustaría contarte que actividades hacíamos y como entró Jesús en  mi corazón de una manera hermosa a través de mi primera experiencia como misionera.

Estefanía Corrales
En el mes de diciembre, antes de comenzar la misión, nos reuníamos con la Parroquia Nuestra Señora de Guadalupe en donde compartíamos reuniones, retiros y Eucaristías. De a poco nos íbamos conociendo entre todos y creando un clima con mucha alegría. Además, en todo el año nos estuvimos reuniendo para que llegada la misión nos sintiéramos preparados y con el corazón abierto a los demás.

La misión fue realizada desde el 2 al 10 de enero en donde nos instalábamos todos los días en el Centro Oscus Ruggero.

El primer día fue hermoso, sorprendente y se podía ver en cada uno al Espíritu Santo, y me sentí impulsada a llevarla a mi mamá, para que pueda compartir momentos de mucha paz y para que pueda descubrir esa llama que está en su corazón.

En los próximos 10 días desayunábamos y compartíamos el evangelio del día con la reflexión personal. Luego nos dividíamos en parejas y salíamos a predicar la Buena Noticia. Este era un momento en donde escuchábamos a los que necesitaban un oído, hablábamos de temas que a la persona la hacía sentirse bien y con una sonrisa, que personalmente me llenaba el corazón y toda mi alma, porque sentía que estaba acompañando a mi hermano ya sea con una oración o con un ratito de charla.

Después de cada mañana de salir a misionar, volvíamos al Centro y nos dividíamos las tareas y al terminar de almorzar descansábamos un momento por la tarde porque eran días de mucha humedad y altas temperaturas.
En seguida, teníamos un taller de oración en donde hacíamos distintas actividades y nos ayudaba a reflexionar y a encontrar a Jesús de una manera más profunda. Luego, charlábamos y conocíamos un poco más de la Biblia a través de un taller. Todo esto lo hacíamos en un ambiente lleno de alegría, buena onda entre nosotros, escuchándonos y compartiendo momentos que nunca me voy a olvidar.

Al volver a pensar en esa misión me doy cuenta que aprendí mucho de cada uno, que compartieron mis momentos locos y mi vida. Sé que cada católico tiene un corazón abierto y dispuesto a predicar la palabra de distintas maneras con mucha alegría y solidaridad.

Le agradezco cada día de mi vida a Cristo por haberlo descubierto, a la Virgen María porque me acompaña en cada paso como una mamá y a Dolores Sopeña porque me enseñó a cuidar y a comprender más a mis hermanos.

Espero que mi testimonio les haya transmitido felicidad y amor a Dios, que es lo que tengo en mi corazón, y que muchas personas, especialmente jóvenes, tengan la curiosidad de conocer a Jesús como yo lo conocí.

Estefanía Priscila Corrales Galarza.

viernes, 23 de marzo de 2012

"Ser católico es sinónimo de alegría, de felicidad" - Rosario (Argentina)

Rocío García
Compartimos el testimonio de Rocío que vivió la experiencia de Misiones Populares en Rosario Argentina.

"Si pienso en la experiencia que viví como misionera las primeras palabras  que se me vienen a la mente son amor, felicidad, gratitud, recompensa, amistad, fraternidad, entre otras…

Amor porque el grupo que se armó me hizo sentir contenida, querida y  si no fuera por amor no habríamos estado ahí soportando altas temperaturas, compartiendo casi doce horas diarias juntas por diez días. 

Amor porque redescubrimos el amor que Dios nos tiene, y sentimos  su compañía cada día, con la palabra justa al leer el Evangelio diario, que siempre nos daba ese ánimo que necesitábamos para salir al encuentro con la gente a compartir su palabra y la alegría de conocerlo.

Gratitud y recompensa es lo que nos llevamos cada una de las personas que participamos de esta maravillosa experiencia. No hay nada que te llene más el corazón que haber compartido un momento con un desconocido, haberle sacado una sonrisa, prestarle el oído, hacerlo sentir que es importante. Y así demostrarle al mundo que ser católico es sinónimo de alegría, de felicidad.

Gracias a la forma en que se organizó esta misión compartimos muchas horas diarias juntas y esto permitió formar un hermoso grupo, donde nació la amistad y donde se compartió con fraternidad todo lo que cada uno tenía para dar. Formamos un grupo tan lindo, al que le debo tanto!… de cada uno me llevo algo.

Todo esto se lo agradezco de corazón a Dolores Sopeña, la principal ideóloga, la que nos impulsa a trabajar por nuestros hermanos.  Y gracias a las monjas Sopeña que nos acompañan en este camino. Siempre fiel a sus principios, y enseñando de la mejor forma que se puede enseñar: con el ejemplo.

Ojalá  mi testimonio anime a otras personas a cumplir el sueño de Dolores “Hacer de todos una sola familia en Cristo”.
Rocío García

martes, 6 de marzo de 2012

No me tomé la visita como un rato cultural, sino como una experiencia religiosa (España

Agradecemos a Enrique que nos enriquece con sus testimonios, esta vez nos enlazamos a su blog para que nos comparta como una visita cultural al Museo de Dolores Sopeña en Madrid, se convirtió en una experiencia religiosa, disfrutemos de esta nota con un click en el siguiente enlace Scalando: Museo Dolores Sopeña

Unas chicas sonrientes que me sorprendieron (España)

Mi foto
Desde Madrid - España queremos compartir el testimonio de Enrique, Laico muy comprometido, con quién hemos compartido varios momentos. Uno de ellos fue el participar en la Eucaristía de la Beata Dolores Sopeña, nos cuenta su experiencia como conocío Catequistas Sopeña jóvenes que colaboran en la Parroquia de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro que con con su alegría y naturalidad en el trato cotidiano le presenatron una Vida Consagrada comprometida, que refleja una vocación viva en nuestra Iglesia.

Les invitamos a dar click en este enlace para que lean esta nota Scalando: Beata Dolores Sopeña

viernes, 28 de octubre de 2011

“He comenzado a vivir…” - México

En primer lugar quiero expresar que estoy profundamente agradecida con Dios, con el Instituto y con las Catequistas Sopeña, en especial con las que he tenido la oportunidad de convivir y compartir esta experiencia de vivir en comunidad, que ha sido trascendente y muy significativa para mi historia. A raíz de esta vivencia he podido plantearme la vida de otra manera y ciertamente es una forma de vida que hasta hoy me ha llenado mucho y me agrada comprobar que hay otras alternativas de vida diferentes a las que la sociedad actual me propone.

Quiero agradecer también de todo corazón el acompañamiento que me han regalado, para mí ha sido un punto muy clave en mi vida, pues ha marcado “un antes” y “un después” en mi historia. Me atrevo a afirmar que a partir de que empecé con el proceso de acompañamiento “HE COMENZADO A VIVIR”.

Gracias por la compañía tan cercana, tan sincera, la entrega e interés por mi vida inigualables… Gracias por el respeto a mi proceso, a mi historia y a mi persona…

Muchísimas gracias a mi acompañante porque su orientación, cariño y apoyo me han ayudado a retomar mi Vida.

Hoy sé que deseo servir al Señor y ser Catequista Sopeña. Sé, también, que no será muy fácil, pero no estoy buscando vivir una vida fácil, sino una vida con sentido y una vida que merezca ser vivida…

El tiempo que me han permitido vivir aquí con las Catequistas Sopeña he podido reconocer que el Señor me llama a servirle y también me deja la alegría de saber que lo puedo hacer y además es lo mejor que he encontrado en mi camino. De pronto me siento tan incapaz, pero quiero poner todo lo que esté de mi parte para encontrar la voluntad de Dios y dejar que Él sea quien me capacite y me forme para lo que Él espera de mí.

Claro que pensar en la posibilidad que Él me llame a la vida religiosa me hace tan feliz, pues a ejemplo de las Catequistas con las que he podido compartir, me hace ver que vale la pena entregar la vida y eso me ilusiona mucho.

También quiero compartir que la gran oportunidad que he tenido de colaborar en OSCUS, me ha dejado la alegría de saber que el Señor me pide servirle, de darme cuenta de la mucha necesidad que existe, y a veces me veo reflejada en las personas que atendemos, pues así como muchos encuentran sus vidas vacías, así me encontraba yo hace apenas unos años, hasta que encontré a Dios por medio de ustedes.

Esto despierta en mí el deseo de seguir sirviendo al Señor en los hermanos, tengo muchas ganas de entregarle mi pequeñez, mi nada y que Él haga lo que mejor le parezca.

Tengo un gran deseo de ser moldeada por Él para conocerle, amarle y servirle mejor…

Gracias por todo cuanto he recibido…

M.V.

domingo, 6 de febrero de 2011

No tengan miedo al hacerse la pregunta sobre su vocación. Es un camino que vale la pena

El programa Dialogo en la fe que se trasmite por Popular TV - Delegación de Toledo, entrevisto a Jacqueline Rivas religiosa del Insituto Catequista Dolores Sopeña.

Abordaron varios temas sobre su Fundadora Dolores Sopeña, carisma y apostolado como una respuesta para el mundo de hoy.




Este es un testimonio que reafirma que la vocación a la Vida Religiosa es una opción muy válida. A ti que estás visitando este blog si alguna vez te has planteado entregar tu vida a Jesús, al evangelio a la formación de las personas a dar a conocer a Dios, en medio de una cultura en donde el gran marginado es Dios, no tengan miedo al hacerse la pregunta, es un camino que vale la pena, puedes ser una persona muy feliz y realizada humana e interiormente.


lunes, 31 de mayo de 2010

Estoy feliz de que el Señor me haya invitado a seguirlo

Hola mi nombre es Thelma Alejandra Lencina, una joven de San Fernando del Valle de Catamarca, República Argentina que estoy viviendo el Postulantado a la vida religiosa en el Instituto Catequista Dolores Sopeña de Rosario

Conocí el Carisma a través de un sacerdote amigo, que me puso en contacto con las hermanas de este Instituto, comencé a relacionarme con la comunidad y me fui identificando con el Espíritu Sopeña.

Hace poco más de dos meses que me encuentro aquí, les cuento que es una etapa muy linda de encuentro con Jesús, donde me permiten ir descubriendo mi relación con Dios y con los hermanos a través de las distintas actividades que realizamos, como ser la atención en los centros de capacitación, la escuela que está en Avellaneda y viajamos a Buenos Aires, retiros, paseos.

La vida comunitaria es muy armoniosa y te cuidan y miman mucho; uno puede apreciar la presencia de Dios en cada gesto, palabra, actitud, silencios, correcciones de las hermanas que me permiten crecer como persona a nivel espiritual, personal y social.

Estoy Feliz de que el Señor me haya invitado a seguirlo, haya puesto su mirada en mí y me invite a ser un instrumento para hacer presente su Reino hoy.

Como decía nuestra fundadora Dolores Sopeña: “ESTA ES MI VOCACIÓN DECIRLE QUE DIOS LES AMA”, creo que a eso me invita el Señor hoy a decirle que prueben y gusten qué inmenso, bello y misericordioso es el amor de Dios.

Si sienten el llamado de Dios no duden en aceptar esa invitación de amor y responder. Es lo mas lindo, sano y grande que nos regala el Señor en esta vida. Vivir en El, por El y para El.

Te esperamos. Alejandra